Me habIan pedido el favor de que comprara unos Utiles escolares para el hijo de un trabajador que no podIa hacerlo. Era simplemente un favor. Y el dIa que decidI ir a comprar las cosas fui con una miga de varios anios. Ella admitiO, contenta. Unas tijeras, crayones, colores, cuadernos, papel, pegante y demAs cosas que puede requerir un ninio de cuatro anios que comienza su escolaridad.
La sonrisa de la seniorita que atendIa la caja, tan abierta como el supermercado, no por su gracia, sino por la casi total ausencia de dientes:
-SOlo tienen un ninio?- Pregunta.
Gabriela, asI se llama mi amiga, ya iba a aclarar el caso.
-SOlo uno.- Le cortE el aliento. Por poco me come con la mirada.
-CuAntos anios tiene?
-Cuatro anios.
-Pero ustedes son tan jOvenes.
-Yo tengo 22 y ella 20.
-O sea que lo tuviste a los 16?
Gabriela miraba una revista.
-El lunes comienza el colegio.- Dije con acento de padra orgulloso.
-Tan bonito. DespuEs se le va a llenar de enfermedades.
-Si, pero la mamA lo cuida mucho, no creo que le pase nada.
-Pronto ella va a esta deseando el colegio mas que el mismo ninio. Yo tengo cinco hijos, y el menor ya terminO su primer anio. CrEame, lo peor son las vacaciones. Pero dIgame, dOnde esta ella?
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